18 de octubre de 2015

Domingos.

Es domingo, y estoy un poco triste.
Usualmente, mis domingos te los dedicaba a ti.
Te estoy echando de menos en este preciso momento,
¿estarás pensando en mí, o estoy tan lejos de ti como al principio?
Me siento un poco perdida, también,
pensando en todo lo que pudimos haber sido,
y que no somos.
Pensé que ya no me dolías,
pero me acabo de dar cuenta, de que estoy tan despedazada como antes.
La diferencia es, que ahora sé como tratar el dolor.
No sé hasta qué punto eso es bueno, pues el dolor no disminuye,
se mantiene, se ignora, se hace como que no está,
pero en días que parecen domingos,
en viernes y sábados donde lo único que hago es verte,
en truenos, lluvias, y estrellas,
resurge quemando todo a su paso,
escociendo ahí donde se botan las lágrimas,
inundando mi garganta hasta sentirla apunto de estallar.

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