19 de mayo de 2015

Y en los sueños... Tampoco te veo.

Todo vuelve a no ser suficiente.
Puedo dormir toda la noche, pero no es suficiente.
Puedo atragantarme de comida, pero no me sirve.
Puedo desconectarme de mi propio mundo, dejar de pensar,
pero no me calma.
Puedo bloquear el exterior, las flores, las estrellas,
puedo llenarme de números, y letras, y cosas mundanas,
pero no es suficiente.
De pronto esta vida no es suficiente,
de pronto el viento es lo único que necesito.
El viento, no estar, parar el mundo un rato.
¡Un rato, un raaaatooo!
Necesito abandonar el barco unos minutos,
dejar las aguas durante un momento,
quitarme del tiempo, de los horarios, de la gente.
Tengo, tengo, tengo.
Necesito, necesito, necesito.
Tal vez deba ponerme los audífonos
y caminar por veredas desconocidas,
cruzar calles en rojo,
correr del peligro y silenciar al mundo.
Olvidar todo,
olvidarme un poco.