8 de marzo de 2015

Tengo.

Ayer tenía una tristeza.

(¿sabes lo que es tener algo?)

Me pesaba la sonrisa.

(Flácida, a punto de extinguirse)
(Como el rayo último del sol en la rama del árbol más alto)

Y me pesaban los hombros.

(Como si tuviera puesta una mochila cargada de piedras)

Y me miré en el espejo.

(Maldito devorador de autoestimas)

Y mi cara estaba tan demacrada, que no me vi.

(¿Dónde quedó la felicidad que tenía?)
(¿Adónde la perdió?)

Así que ayer tenía una tristeza, pero no la reconocí.

(Porque su sonrisa siempre está a punto de extinguirse)
(Porque siempre carga esa misma mochila)
(Porque siempre está demacrada)

Y salí a volar entre unas hojas, porque eso es lo que hago cuando me pesa el corazón.

(Aunque no sabía que le pesaba el corazón.)
(No sabía que estaba necesitada de amor)

Y ahora lo sé por todos esos paréntesis que no me dejaban escribir tranquila.

(Como siempre, haciéndote entrar en razón.)

1 de marzo de 2015

(∂ + m) ψ = 0

Cuando me lo explicaron, pensé en ti.
Siempre, siempre en ti.
No lo entiendo.
Tú.
Tú siempre apareciendo donde menos lo espero.