21 de septiembre de 2016

La última vez que conté tus lunares tenías aproximadamente 45, lo dijo en pasado porque tú ya sabes que los lunares salen de un momento a otro en el lugar más inesperado, ahora debes tener unos 55 aprox. Me acuerdo de la última vez que tu corazón calmó al mío y la paz con la que me dormí en un segundo sobre ti. Recuerdo lo cómoda y calentita que me tenías cuando iba a tu casa, o cuando me traías la once a la cama pese a que no te gustaba comer pan allí por las migas. Me acuerdo de la primera vez que me dejaste sacarte cejas con unas pinzas malas, o de la vez que compramos pizza y le echamos cuanto podíamos para el sabor. Tengo en mi cabeza cada noche que pasé contigo, el sentimiento de que no podría estar mejor en otro lugar. Lo tengo todo resonando y dando vueltas durante todo el día porque todo me recuerda a ti, unas pinzas, unas clases de psicología, matemáticas, una risa. Me estoy desmoronando otra vez porque busco tu olor como se buscaría el oxígeno y solo encuentro olor a droga y cigarrillos.