16 de julio de 2014

''El pulso de tu corazón se acelera, el ritmo que llevábamos se terminó''

Me he convertido en un monstruo.
No creo que lo puedas entender.
Tú sigues tan hermosa como siempre, tu risa sigue siendo una luz en la oscuridad profunda.

Y yo... Yo convierto en hielo lo que toco. Y tengo tanto miedo de tocarte.
Pero cuando lo hice me aferré tanto a ti, un momento de calor en un invierno irrompible.

Me ahogo en lágrimas que jamás salen de mis ojos pensando en ti.
Me ahogo intentando respirar de ti, una vez más.
¿Acaso no es suficiente? Le pregunto al tiempo que me corroe lentamente, que nos hace olvidar las promesas y nos hace prometer nuevas.

La vida no es para esto, lo sé, pero me es imposible no quererte.
Al final, solo las dos estamos, no hay otro futuro para mí.
Mi voz se ha transformado en una de tus voces. Mis palabras te dañan y lo sé.
Mi distancia nos perfora en lo más hondo, pero no sé qué hacer.

Yo no sé qué hacer.

''Mil y un muros'', te dije. Y los derrumbaste todos solo con ver tu sonrisa.
No eras lo que esperaba ver.
Me estoy convirtiendo en algo horrible, no me veas.

Por favor, ya no me veas.
Soy el monstruo al que tanto temes, soy la pesadilla andante, el invierno inextinguible. Destruyo y congelo lo que toco, y no quiero que tu vuelvas a congelarte, mi sol.

El Sol y la Luna jamás pudieron estar juntos, y aún hasta hoy siguen en triste agonía, juntándose cada cierto tiempo, tocándose, viéndose las caras, y separándose luego, llorando y quedando destrozados los dos.
¿Es necesaria esta agonía?

Dime que esta vez será distinto,
dime solo eso y yo dejaré de temer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario